Tomado de Futbolred.com. Agradecimientos a Juan Camilo Bejarano por la foto.Hasta diciembre de 2007 el ex ídolo de Millonarios jugó con el Progreso. Ahora estudia de noche en el Instituto Superior de Educación Física e integra el cuerpo técnico del Liverpool uruguayo
Después de 20 años de carrera deportiva decidió decir adiós. Para él era el momento oportuno de alejarse de las canchas y comenzar a pensar en su futuro, que seguirá ligado al mundo del balón.
Por esa razón y ante una invitación en el mes de enero de 2008 del Liverpool, equipo de la primera división del fútbol de Uruguay, aceptó integrar el cuerpo técnico que lidera el profesor Gustavo Favaro.
Las funciones de Héctor tienen que ver con la asistencia técnica y la preparación de arqueros. Pero eso no es todo. Además en las noches adelanta estudios en un respetado centro educativo deportivo de la ciudad de Montevideo y ya cursa segundo semestre.
"Estoy combinando el estudio y el trabajo porque pienso prepararme bien. Creo que salí en el mejor momento porque siempre he pensado que uno es el que debe dejar el fútbol y no viceversa", dijo Burguez después del contacto hecho por Futbolred en la capital uruguaya.
Tras su partida del fútbol colombiano, en el que jugó con Millos, Huila y Bucaramanga, siguió batallando en las canchas. Y lo hizo en el torneo de la B de Uruguay, en la que se coronó campeón con el Progreso y ascendió a A.
A pesar de estar en su tierra natal no olvida al cuadro azul de Bogotá. "Yo siempre estoy al tanto de lo que sucede con Millos. Y en el último tiempo pues más porque como estaba Bónner (Mosquera) en la dirección técnica y él es mi amigo, pues vivía pendiente de todos los resultados y demás".
¿Y cuándo vuelve a Colombia?, fue uno de los interrogantes obligados. La respuesta, en medio de risas, llegó de inmediato: "Pues cuando un equipo vaya a buscar técnico...La verdad es que Colombia y Bogotá me encantan y además me une más el hecho de tener tres hijos 'rolos' (Santiago, Valentina y Bruno). Uno de mis grandes sueños es dirigir a Millonarios".
El uruguayo vive inmensamente agradecido con nuestro país y en especial con esa hinchada 'embajadora', que lo ubicó como un 'dios'. A esa gente que le dio su apoyo les mandó un sentido mensaje: "La hinchada azul es lo mejor y por eso se merecen todo y más. Siempre tengo en mi memoria esas tardes buenas en el estadio El Campín y ese aliento desde la tribuna".
Antes de terminar la conversación, Héctor recordó también que la institución bogotana aún le debe un dinero de viejas deudas, que espera que sean canceladas.
Es claro que Burguez sigue siendo el mismo hombre amable y bonachón que dejó en el país una imagen de profesionalismo y seriedad al ciento por ciento. Y como el balón sigue rodando, no sería para nada raro que dentro un mediano o largo plazo vuelva a las canchas colombianas en su rol de entrenador.
Óscar Javier Ostos Mayorga
Periodista Futbolred.
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